domingo, 6 de noviembre de 2011

enfado.

a veces no entiendo la forma de comportarse de las personas, lo juro, lo prometo, no lo entiendo. tal vez sea demasiado optimista, demasiado confiado, demasiado demasiado para gente tan demasié, demasiado gilipoyas, o demasiado masoquista. No lo sé. Aún sabiendo que estoy rodeado para mi desgracia de bastantes gilipoyas sin ningún tipo de sensibilidad, talento, empatía, altruísmo, gracia o virtud, aún me planteo, si a lo mejor es que he sido yo, el que ha hecho algo mal. algo tendrá el agua cuando la bendicen dicta el refrán, en mi caso sería algo tiene la niña del exorcista cuando la salen yagas.
Demasiado demostrativa la metáfora, sí, tengo yagas, a quien no le guste que no mire, no quiero coserlas, ni desinfectarlas, me encantan, me encanta ver proliferar el pus, ver la marca de Lucifer en ellas, y no pienso echarme ni Max factor, ni ninguna clase de mierda para taparlas, son mis yagas están podridas, y cada una cuenta una historia super entretenida por las noches.
También voy sin peinar, pues sí, tengo un pelo horrible, no hay forma de domesticarlo, pero no me pienso hacer trenzas, y me vais a permitir la expresión ni demás mariconadas (que carece en absoluto de contenido homófobo). Si tampoco te gusta, pues no me hables, pero déjame en paz.
¿Qué llevo puesto un camisón roído? También es verdad, es para que se me ventilen los cojones, que los tengo muy gordos, de todos los gilipoyas que a modo de satélites penetran en mi campo gravitatorio. Digo yo, si tengo demasiada masa como para generar un campo gravitatorio, no te acerques, si te acercas ya sabes que te puede pasar, pedazo de imbéciles.
¿Qué me criticais constructivamente? pues si quereis hacer algo constructivo, mírad todas las pajas que teneis en los ojos, las lefadas y las no lefadas.
¿Acabaré solo? pues a lo mejor, pero prefiero estar solo, que mal acompañado.
Si te sientes dolido, ofendido o castrado al sentir esto, a lo mejor va por tí, o tal vez no.
No sé, ya sabes, como soy un juguete roto, con el que se puede divertir uno de vez en cuando, a base de arrancarle la felpa que le rellena...
¿sabes? ¿sabeis qué? que no pienso cambiar, ni por vuestras súplicas, ni por vuestros desprecios... ¿qué soy imbécil? a lo mejor, pero prefiero resultar dulce a algunos, e hiperglucémicamente letal para otros... que ser un insípido, un soso, o un amargo subnormal.
ni sabes nada de la amistad, ni sabes nada de la vida, ni sabes nada de nada, ni actuar, ni amar, ni tan siquiera escuchar... vístete de amarillo y resucita a Moliére, que tú en mi obra de teatro, ya has muerto, estás podrido y te has vuelto un personaje secundario...
no creo en los milagros, así que veo muy difícil que recuperes lo que sea que has perdido.
Una vez dije, una y no más santo Tomás... vete a pedir a San Cucufato, a ver si te retuerce los testículos hasta que llores sangre, a lo mejor así haces penitencia por mi desagrado.

Amén.

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