alguien corría jadeando por en medio de una vegetación oscura y maleable, árboles de todo tipo brotaban rítmicamente con cada latido, las hojas se enredaban en la piel como cuchillas de vegetal filo, el suelo vomitaba piedras de distintas texturas, entre las que circulaba un humus plasmático de propiedades magmáticas. en semejante selva negra, se oían aullidos, susurros, y alaridos entremezclados en un remix sórdido y espectral. al igual que frutos de los árboles, se abrían ojos en cuatro dimensiones de tinieblas. parpadeaban. observaban. fulminaban. se movían. peculiar fauna la de semejante flora. un aire zarandeaba brazos colgados a modo de lianas de los árboles, que danzaban haiendo cortes de mangas. nuestro sujeto se movía imperiosamente buscando a su peculiar predicado. la sangre se bombeaba a toda velocidad. no se sabía si era primera persona, segunda persona o tercera persona. si era alguien singular o algo común y corriente. su respiración se volvía intensa, profunda e insuficiente. sabía que querían descuartizarle en sintagmas para analizar lo complejo que era. corría. aceleraba su inercia. hasta que estalló de dolor un holocausto de hercios, al haberse perforado el pie con una lengua llena de papilas afiladas dispuestas a saborear su astrágalo. el capricho de morfeo. los sueños y los dioses más sádicos dispuestos a manipular la realidad onírica dispuestos a tornarla pesadilla.
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
mientras morfeo seguía jugando a su trágico pilla-pilla, íkelos se adelantó y a modo de libélula se posó sobre las costillas de su dorada marioneta, a la que convirtió en vulgar títere de trapo, en otro latido de oscuridad, la realidad se distersionó, el movimiento se volvió estatismo, y el bosque de sombras, en un sótano de látex, goma y cuero, cuerdas y frío acero. el sujeto en su defensa usó un plural mayestático, pero una máscara de gas absorbió su lamento y un látigo de piel, sacudió su columna fugaz y anodinamente, para enseñar disciplina y la doctrina, de Pavlov. castigo y recompensa. el sujeto gritaba, pero su lamento no oía, pasó a ser el esclavo malherido de las más drásticas teorías. su amo phobetor apareció, y leyó su elegía, pero decidió apretar más las cadenas de los brazos, para corregir la ortografía. la gravedad hizo el resto, su peso aumentó el dolor. phobetor jugando pícaramente, le golpeó en el costado, en los genitales y en la frente, se reía al escuchar su sinfonía de crujidos, y degustaba con tesón el vino que fluía de sus labios partidos. phobetor/íkelos era despiadado, daba constantes patadas, en las gónadas de su amado, escupía y humillaba a la puta de su esclavo, apagaba cigarrillo en la piel hialina, a la que después lavaba con orina. era su saco de boxeo preferido, después de haberse cansado llamó a sus demas parientes, que violaron complacientes a la puta de su esclavo.
cuando llegó el turno de fantasos, cambió otra vez el sueño a un ente más extraño.
se puso un delantal, y apareció una cocina, en la que la puta complaciente se volvió el ingrediente de las recetas más imprevistas. en una sartén de aceite hirviendo, el sujeto se freía mientras sazonaban su osamenta, y después de vuelta y vuelta se hallaba ya listo para formar parte del pisto, de una tarta vegetal dispuesta a ser horneada en un infierno termal. aplastado por pisos y pisos de la dulzura más exquisita, sintió el poder de la hiperglucemia, mientras el chantilli ahogaba los gritos de una crema especialmente nutritiva.
fantasos preparaba todos los ingredientes, se asomó al horno, en el que se hacía su pastel preferido, un humano consumido en deseos incoherentes, crematorio onírico de las más variadas fantasías, se asomó y contemplaba como lo devoraban las llamas hasta consumir y finalizar, la tarta de cenizas de vidas desgarradas.
para coronar con una cereza, le cortó la cabeza y la rellenó cuan pimiento de los más descabellados aspavientos.
Harto del juegecito, llegó el turno de Hypnos, que sumergió todo sueño, en un trance verrugoso, y creó de la nada, la habitación del sujeto, al que postró en la cama. harto de ver tan vanales emociones, le llenó de escorpiones, desde el ombligo a los pezones. le sacó los ojos y creo un rastrojo. Después de tanto y tanto dolor, el soñador indeciso, se hartó de señar, le aburría, le postraba y le torturaba el hecho de tener que descansar, se vació la cabeza de todo tipo de animales, sierpes y pájaros, los bostezos se volvieron adicción al trabajo, y el sueño, lo que fisiológicamente estaba diseñado a ser. así pues antes de despertar, recordó una frase, bella o bello sujeto, nunca más te pinches con una rueca porque los dioses de la pereza son los peores de todos, desaprovechan tus virtudes, infravaloran tu inteligencia, y te llenan de desesperación, horror y precariedad.
así la bella despertó, con un beso de muerte, pero con suerte de seguir latiendo, el dolor y la angustia seguían presentes, y aún con su dignidad llena de puñaladas, se levantó y se dispuso, a quemar la rueca, las agujas y el maldito huso. dulces sueños princesas.... dormid tranquilas por las noches, que los dioses más especiales os romperán como cristales.
sábado, 27 de agosto de 2011
lunes, 22 de agosto de 2011
capítulo III - La Gula
Dios nos envía los alimentos y el demonio a los cocineros
fuego. fósforo. combustión. así amanecía la princesa cerilla, consumida, marasmática, en su trono, escondida tras un abanico de humo de malboro. le pesaba tanto la cabeza.
llevar una corona a veces era tan pesado, tan soporífero y tan incómodo. era tan difícil masticar el tiempo en su reino. tan aburrido digerir cada uno de los apetitosos segundos en contar las calorías de sus relaciones sentimentales.
ser princesa, era sobretodo doloroso, podías morir aplastada bajo el peso del propio bolo alimenticio que acababas de deglutir.
el guisante más pequeño no te dejaba dormir, y es que molestaba tanto que habrías preferido morir.
dientes rechinando en una bacanal peristáltica.
la corte susurra, refleja, te señala y se queja.
Botero te desprecia, instaura una república y te sepulta.
los dientes siguen con su peculiar tintineo.
los señalas, les haces un corte de mangas, incluso les haces un dedo.
el ruído sigue ahí, no para, los dientes cada vez se mueven más, repican, bailan con cálcicos movimientos lubricados en besos de princesa de tinte biliar.
colmillos devorando.
muelas triturando.
paletos consumiendo.
premolares digiriendo.
y la lengua y sus papilas ansiosas deglutiendo.
complejo de ninfa.
bailarina de la brisa, ligera y eterea, volátil y angustiada.
vampiresa que no se refleja en los espejos, devoradora de felicidad.
muñeca de autoestima quebradiza, frágil autoestima, y delicadas muñecas.
con tanta personalidad y cabezonería que se mantenía en sus trece de imc.
con un miedo horrible a la nutrición y dos consejeras reales llamadas ana y mía.
una vela encendida, que poco a poco, se consumía a media que su llama combustía.
su hermana en el espejo, era resistente a la leptina, al GLP y un paraíso de adiponectina.
era leyenda urbana, provocaba accidentes de tráfico, la chica de las curvas.
venus primitiva y tallada en piedra. fertilidad y esfera.
chasquidos deglutidos.
dientes demolidos.
calorías e hidratos de carbono.
hipercolesterolemia y pesadilla.
susurros, voces.
ingesta de autoestima.
happy meal de seguridad.
MCmenú de felicidad.
grasas, lipasas y amilasas.
brillo de labios sabor cocacola.
espejo de la inseguridad.
armadura de calorías, para soportar el día a día.
snacks como arma personal, piscolabis, como insulto.
dieta como fobia. báscula como potencial enemiga.
musa de Botero.
comer amor hasta autosatisfacerse, y comer seguridad hasta empacharse.
digestión demasiado pesada para una flor tan delicada.
desayuno, comida y cena.
reflejo de la dicotomía moral.
las dos se mueren de hambre.
las dos acabarán absorbiendo las enseñanzas de sus nutridas aventuras, con nutrientes incorpoados.
muerde.
fuego. fósforo. combustión. así amanecía la princesa cerilla, consumida, marasmática, en su trono, escondida tras un abanico de humo de malboro. le pesaba tanto la cabeza.
llevar una corona a veces era tan pesado, tan soporífero y tan incómodo. era tan difícil masticar el tiempo en su reino. tan aburrido digerir cada uno de los apetitosos segundos en contar las calorías de sus relaciones sentimentales.
ser princesa, era sobretodo doloroso, podías morir aplastada bajo el peso del propio bolo alimenticio que acababas de deglutir.
el guisante más pequeño no te dejaba dormir, y es que molestaba tanto que habrías preferido morir.
dientes rechinando en una bacanal peristáltica.
la corte susurra, refleja, te señala y se queja.
Botero te desprecia, instaura una república y te sepulta.
los dientes siguen con su peculiar tintineo.
los señalas, les haces un corte de mangas, incluso les haces un dedo.
el ruído sigue ahí, no para, los dientes cada vez se mueven más, repican, bailan con cálcicos movimientos lubricados en besos de princesa de tinte biliar.
colmillos devorando.
muelas triturando.
paletos consumiendo.
premolares digiriendo.
y la lengua y sus papilas ansiosas deglutiendo.
complejo de ninfa.
bailarina de la brisa, ligera y eterea, volátil y angustiada.
vampiresa que no se refleja en los espejos, devoradora de felicidad.
muñeca de autoestima quebradiza, frágil autoestima, y delicadas muñecas.
con tanta personalidad y cabezonería que se mantenía en sus trece de imc.
con un miedo horrible a la nutrición y dos consejeras reales llamadas ana y mía.
una vela encendida, que poco a poco, se consumía a media que su llama combustía.
su hermana en el espejo, era resistente a la leptina, al GLP y un paraíso de adiponectina.
era leyenda urbana, provocaba accidentes de tráfico, la chica de las curvas.
venus primitiva y tallada en piedra. fertilidad y esfera.
chasquidos deglutidos.
dientes demolidos.
calorías e hidratos de carbono.
hipercolesterolemia y pesadilla.
susurros, voces.
ingesta de autoestima.
happy meal de seguridad.
MCmenú de felicidad.
grasas, lipasas y amilasas.
brillo de labios sabor cocacola.
espejo de la inseguridad.
armadura de calorías, para soportar el día a día.
snacks como arma personal, piscolabis, como insulto.
dieta como fobia. báscula como potencial enemiga.
musa de Botero.
comer amor hasta autosatisfacerse, y comer seguridad hasta empacharse.
digestión demasiado pesada para una flor tan delicada.
desayuno, comida y cena.
reflejo de la dicotomía moral.
las dos se mueren de hambre.
las dos acabarán absorbiendo las enseñanzas de sus nutridas aventuras, con nutrientes incorpoados.
muerde.
domingo, 21 de agosto de 2011
capítulo II - la Ira
amar implica no tener que decir nunca lo siento
sonó el despertador, el ruido metálico de su mecanismo invadió la sala, inundó cada uno de los oídos presentes en la habitación. un monstruo con sed de sangre se despertaba arremolinándose entre las sábanas, mientras una santa se disponía a ser devorada por la fiera, en el circo matrimonial de clase media en el que habitaban. bostezos. hematomas parásitos que se reproducían por todo el cuerpo de su propietaria quebrando cada uno de sus huesos de retorcidas maneras. sierpes de carne dispuestas a oprimirla hasta asfixiarla. cadenas de metal dispuestas a atarla y latigos de piel, hechos tras descuartizarla llenaban de sangre toda su habitación, cada vez que su marido, músico experimentado, plañía sus músculos, sus vértebras y sus costillas en un allegro fúnebre de gritos. ella era su instrumento de percusión preferido, era la única capaz de recordarle mediante su sacrificio, que mandaba en algo, era el alfarero de su anatomía dispuesto a esculpirla como barro, a escupirla para apagar el patetismo que le consumía y a contonearse mientras la cabalgaba en un coito animal y egoísta de escasos cinco minutos.
-eres frágil, no vales nada, eres una mierda... decía a su pelota de fútbol favorita, a la que podía patear todas las veces que quería...
lo que una vez fue amor, se tornó amargura, tortura y horror. ponerse guapa, arreglarse y maquillarse implica ser una puta, una zorra, una furcia, una ramera, una mal nacida. tener amigas era algo sumamente asqueroso. ir a ver a su familia estaba prohibido.
- estás podrida, nunca me has sabido dar hijos, zorra mal nacida.
de tantas cicatrices, moratones, contusiones y fracturas, desarrolló una armadura de ateísmo en una religión masoquista. un exoesqueleto de la aleación más dura en forma de alas de mariposa. la ninfa frágil se volvió gorgona. la lima de uñas guillotina. el pintalabios, láser... y la cocinera experta, evisceradora clandestina....
la cocina se volvió su laboratorio, el raticida su ingrediente favorito, y la bañera, un baño maría donde hacer rico picadillo.
un día se le ocurrió echar sedantes en la comida, maniatar y amordazar, y devolver cada uno de los golpes, cada uno de los chasquidos, cada escala de bemoles, y cada orgía de sostenidos. jugó con tijeras, alfileres y agujas, cuchillos de cocina y hasta con una motosierra. la venganza es un plato que dicen que se sirve mejor frío, pero la sangría que había preparado estaba caliente, al igual que la sangre derramada.
nunca trates de destruir a algo que sabes que te supera en cada uno de tus aspectos, te aplastará tarde o temprano.
sonó el despertador, el ruido metálico de su mecanismo invadió la sala, inundó cada uno de los oídos presentes en la habitación. un monstruo con sed de sangre se despertaba arremolinándose entre las sábanas, mientras una santa se disponía a ser devorada por la fiera, en el circo matrimonial de clase media en el que habitaban. bostezos. hematomas parásitos que se reproducían por todo el cuerpo de su propietaria quebrando cada uno de sus huesos de retorcidas maneras. sierpes de carne dispuestas a oprimirla hasta asfixiarla. cadenas de metal dispuestas a atarla y latigos de piel, hechos tras descuartizarla llenaban de sangre toda su habitación, cada vez que su marido, músico experimentado, plañía sus músculos, sus vértebras y sus costillas en un allegro fúnebre de gritos. ella era su instrumento de percusión preferido, era la única capaz de recordarle mediante su sacrificio, que mandaba en algo, era el alfarero de su anatomía dispuesto a esculpirla como barro, a escupirla para apagar el patetismo que le consumía y a contonearse mientras la cabalgaba en un coito animal y egoísta de escasos cinco minutos.
-eres frágil, no vales nada, eres una mierda... decía a su pelota de fútbol favorita, a la que podía patear todas las veces que quería...
lo que una vez fue amor, se tornó amargura, tortura y horror. ponerse guapa, arreglarse y maquillarse implica ser una puta, una zorra, una furcia, una ramera, una mal nacida. tener amigas era algo sumamente asqueroso. ir a ver a su familia estaba prohibido.
- estás podrida, nunca me has sabido dar hijos, zorra mal nacida.
de tantas cicatrices, moratones, contusiones y fracturas, desarrolló una armadura de ateísmo en una religión masoquista. un exoesqueleto de la aleación más dura en forma de alas de mariposa. la ninfa frágil se volvió gorgona. la lima de uñas guillotina. el pintalabios, láser... y la cocinera experta, evisceradora clandestina....
la cocina se volvió su laboratorio, el raticida su ingrediente favorito, y la bañera, un baño maría donde hacer rico picadillo.
un día se le ocurrió echar sedantes en la comida, maniatar y amordazar, y devolver cada uno de los golpes, cada uno de los chasquidos, cada escala de bemoles, y cada orgía de sostenidos. jugó con tijeras, alfileres y agujas, cuchillos de cocina y hasta con una motosierra. la venganza es un plato que dicen que se sirve mejor frío, pero la sangría que había preparado estaba caliente, al igual que la sangre derramada.
nunca trates de destruir a algo que sabes que te supera en cada uno de tus aspectos, te aplastará tarde o temprano.
sábado, 6 de agosto de 2011
BELIEVEEEE
creo que pocas veces reflexiono sobre lo que me gusta. creo que nadie sabe sorprenderme con un regalo. creo que a veces creo demasiadas cosas... creo que lo escribo no suele importarle a nadie. creo en creer en el no credo. pero no creo en el quiero pero no puedo. creo que la metáfora es el gran arma de las personas humanas. creo que la violencia es la solución de las personas inhumanas. creo en el amor, en el cariño, en el romanticismo, y en invocar al Mefistófeles de Goethe. creo que pronunciar literalmente "goete" le da más morbo al nombre. creo en la belleza al estilo prerrafaelita. creo en la belleza al estilo tim burton. creo en las manos tijeras y en las manos de gloria, que iluminan tu oscuridad a base de caricias. creo en el cristal por el que se ve. creo que todo es relativo. creo que los ángeles no tienen alas, pero creo que algunos demonios tienen rabo. creo que los ángeles pueden tener pluma o no tenerla. creo que los demonios no siempre arden por el pecado. creo que el cielo esta idealizado. creo que el espejo es el lugar donde vive verónica, un ser fascinante que observa todo lo que haces. creo en los seres que invento, que trato de pintar, que inundan mi fantasía, mi mundo espiritual, ellos son mi religión, mis musos e inspiración y reflejan mi fascinación por lo desviado. creo en gurtel, el niño que escondía la cabeza en una bolsa de cartón con agujeros para los ojos... autista y especial. creo en las manzanas envenenadas como una fuente rica de nutrientes. creo que en los anuncios de tratamientos con colágeno se engaña a la gente. creo que me equivoco... y creo que aprendo de mis errores... creo que la lujuria acaba siendo aburrida. creo en el significado del sexo y en el morbo del pecado. creo en la gran variedad de cosmogonías mientras miro perplejo el firmamento.
creo. creo. creo. creo. creo. creer creo muchas cosas pero creo que no puedo crear nada. o eso creo. lo que creo que creo y que creo que escribo en realidad lo creo. creo en los hiperbaton, las hipérboles y los símiles. creo en el humor, en el humor vítreo, en el humor acuoso y en el humor negro. creo que las bailarines de ballet son más fuertes que las bailarinas de rugby. creo que la salud debería ser un derecho universal. creo que la educación es un gran privilegio. creo que tengo ganas de enamorar a alguien. creo... creo en mi mismo, aunque a veces dudo como todos de mi propia religión. creo que anne germaine me parece una farsa. creo que los libros abiertos son aburridos. y que las cajas de pandora están llenas de misterios apasionantes. creoOoOoOoooOoOoOoO. :p
creo. creo. creo. creo. creo. creer creo muchas cosas pero creo que no puedo crear nada. o eso creo. lo que creo que creo y que creo que escribo en realidad lo creo. creo en los hiperbaton, las hipérboles y los símiles. creo en el humor, en el humor vítreo, en el humor acuoso y en el humor negro. creo que las bailarines de ballet son más fuertes que las bailarinas de rugby. creo que la salud debería ser un derecho universal. creo que la educación es un gran privilegio. creo que tengo ganas de enamorar a alguien. creo... creo en mi mismo, aunque a veces dudo como todos de mi propia religión. creo que anne germaine me parece una farsa. creo que los libros abiertos son aburridos. y que las cajas de pandora están llenas de misterios apasionantes. creoOoOoOoooOoOoOoO. :p
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