viernes, 15 de julio de 2011

romance.

este romance, no puede comenzar de otra forma que no sea, en un bosque de álamos blancos, cerezos pristinos, rodeados de vida vegetal pálida... sobre el que caería una tormenta de gotas de sencillez transparente como el agua y rayos de luz incadescente, de sombra blanca. así fue, el golpe de suerte que convirtió ese bosque en una deidad en la zona. deidad adorada, dios del color de la leche, de la nieve y del rigor mortis. un ser sólo huesos de pálido calcio y piel blanca por la falta de luz solar, todo el mundo sabe que el blanco refleja todo el espectro luminoso. un ser, con olor a sauce, con un sudor totalmente especial, una sonrisa que daba paz y una esclera armoniosa, por no decir divina. fue así, como nació el papel, origen y clímax de las mayores fantasías gráficas y literarias, capaz de hacerte gozar, en cualquier género y en cualquier rol, capaz de interpretar cualquier personaje, aunque el suyo propio como deidad, era un misterio tan magnético y tan sensual, que te morías por conocer su obra. este diosecillo, era un experto en el mundo de la papiroflexia, podría crear casas de papel, flores de papel, e incluso fauna... con las virutas del papel, hacía tormentas de nieve, hacía barcos y aviones, rosas y escorpiones, y te daba miles de folios, en los que tu pensabas como plasmar tus emociones, tus ilusiones, tus esperanzas y tus miedos. posibilidad que tuvo lugar, cuando en una marea negra, un torbellino mutilador estalló... creando a un ser lleno de oscuridad, como cualquier alma atormentada, grande y robusto, al igual que profundo y sosegado, con un humor negro muy desarrollado y unos rasgos demasiado siniestros para ser escritos o descritos. su deseo más oscuro, era plasmar su soledad, su tristeza y su melancolía, para que al verlo todo el mundo, tratara de aprender de su cruz personal y transferible mediante mensajes sintácticos. como era esperado, cuando papel y tinta (que así se llamaba el segundo ente paranormal) se conocieron, inmediatamente se enamoraron o tal vez no, pero sí estalló una pasión creadora, una lujuria literaria, un deseo de arte, un gozo ante un lienzo, y una eyaculación de museos. de su arrebato salvaje, nacieron miles de musas, miles de musos, y miles de obras de todo tipo... todo plasmado en dos colores, dos esencias, yin y yang, blanco y negro. todo escrito con gracia, o con sarcasmo, con humor negro o humor blanco, magia negra o magia blanca, pero bipolar y absolutamente valioso. los amantes siguieron su orgía, siguieron su historia de amor, repasaron el kamasutra e incluso le crearon un índice, un corazón y un meñique... cuantos dedos en el piano blanco y negro de su sensualidad. en un descuido de los dos, se fusionaron y se sintieron tan profundamente elevados, que de la enfrente de su pálido amado, una mancha gris salió, a la que llamaron represión, restricción y religión... el gris cubrió todo con su manto... su manto llamado censura, su manto llamado lápida, su manto de cemento, su manto de crisálida. parásito que nació y mató a su bello padre, por el hecho de tener dos. tinta perplejo se quedó y lanzo su más brutal ataque en forma de elegía profunda, de oda a su amado, y de sátira y ensayo sobre los defectos de gris. Gris, se cubrió en su manto, salio inmune del negro llanto y sacó una lanza de asvesto, por no llamarlo amianto, que mató de cáncer de pleura al oscuro de su padre, por el hecho de haber tenido dos. así gris, engendró por si solo y por obra del espíritu santo (véase el tono irónico) a una hermosa niña autista, con una guadaña y vestido tono acre, llamada masacre y de apellido suicidio y mutilación... que marchitaba el arte, las flores de papel y las rimas negras más profundas. lo que gris no se esperaba, es que de tal masacre, la de sus padres, los dioses, evisceraran los colores, juntos de dos en dos, colores infinitos, de infinitos matices y diversas opiniones. así el gris enmudeció, cuando vio al rojo sangre asomar de su cuello con tesón, mientras el amarillo ilusión pintaba de nuevo la creación con arte, luz y demás. las rosas de papel, volvieron a crecer hermosas cuando el rosa, perezoso, empezó a teñir todo con un cursi movimiento. el fuchsia, muy indignado, por ser confundido con su hermano el rosa, de forma melodiosa dio color a los tejados, a los flamencos y a otras cosas, el verde esperó su turno, ya que era la esperanza, dio lugar al césped, a las hojas y a los lagartos y a la soja. en sus últimos momentos, gris aún se resistía... vió entonces como un arcoiris nacía, dipuesto a mandarle a hacer vientos... y así fue como gris murió, de una flecha al corazón, pero antes de morir, entendió la poesía, el arte y la melodía, y de su propia elegía... volvieron a nacer tinta y papel. que cuando se quedan absortos, en su más lujuriosa fantasía, antes de dar a luz, pasaron a tener abortos.

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