jueves, 14 de abril de 2011
toy boy baby
es curioso, cómo diversas situaciones te dan cuerda para cumplir tu función de juguete. cómo se te recarga la bateria que suministra de sangre las diversas piececillas y componentes de la estructura de banday que eres. ¿cómo se usa un juguete? se usa de forma ambiciosa y descarada, como esos pequeños hijos de puta, larvas humanas, o niños lo hacen. pequeños dictadores que invaden tu libertad personal hasta el punto de saber donde cortar para que no te muevas, respires rápido, cierres los ojos y tengas escalofríos... pero cómo juguete de esta historia de plástico... quieres repetir, que jueguen más y más contigo, ser una gameboy que se actualiza y mejora sola... pero el destino de los juguetes es triste. ya puedes ser el puto micro de hannah montanah, el coche del action man con todos sus utensilios, o el pipi max más real.... que una caja de cartón puede usurpar tu lugar de juguete favorito, por una mera e incorrecta fantasía infantil. los juguetes sabíos, adictos de los juegos de sumisión y masoquismo... simplemente tratan de llenarse de polvo, esperando ansiosos a que su dueño se lo limpie, algún día de estos, en los que repare en su lado de la estanteria. lástima que ahora, los juguetes van a reclamar sus derechos, la felpa se ha vuelto lija, los soldaditos de plomo, pequeños guerreros... y las barbies, bueno... esas serán siempre miniputas de plástico, sus sucedaneas las nancys y las muñecas chochonas son más sufridoras y acaban siempre en cáritas parroquial... pero los juguetes, a menudo, queridos amigos son compartidos por varios dueños. a veces niños caprichosos que los rompen, otras por niños que les pegan con superglue...
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