la gente cada día me aburre más, no sólo por su dependencia, carencia de personalidad, adinamia evolutiva, o su poca capacidad de raciocinio, creo que he cambiado yo, me angustia la idea de ser el único que piensa de forma diferente, en un mundo lleno de princesas Disney, retrasados mentales enamorados de valores efímeros e hiperglucémicos, que no llegan a darse cuenta de lo nauseabundos que son.
El amor, es una debilidad, es algo innecesario al fin y al cabo, el amor a los demás es el origen de una infinitud de problemas, sinos, y aspectos negativos, es un claro puntapie a tu propia estabilidad, es un arma de doble filo, es jugar a la ruleta rusa con las flechas de cupido, y bum, en efecto el 100% se disparan.
No sé qué necesidad tiene la gente de conformarse con lo primero que pilla, de mentirse como becerros, de enamorarse en una semana en la que no pueden parar de mendarse mensajitos, "efecto Crepúsculo"... es indudable que te pueda gustar alguien, pero de ahí a ser más patético que "la Dama y el Vagabundo", hay un paso.
Lo mejor luego son las rupturas previstas ya con tiempo, el ver como la miel no está hecha para la boca del burro y la putrefacción cadavérica de un niño hijoputa con alas.
Sí, soy Cruel, probablemente tu papá y tu mamá, no se amen como entiendo yo el amor, más bien se conformen con lo más bajo de su listón por miedo a la soledad, a no asentarse y formar una familia. Me descojono de todos ellos.
Me río de los que se van a vivir juntos en nada de tiempo, de los que se casan, de los que se arrejuntan y de los que se ultrarrejuntan, me río de su amor de telenovela, de su amor relativo de un sentimiento tan absoluto, me duele la mandíbula...
El amor, el amor verdadero, el príncipe azul y la bruja malvada.
Amor es un transexual que salía en Gran Hermano, la bruja malvada es el único personaje que es realista en los cuentos. el príncipe azul se consigue pasando al susodicho por experiencias axfícticas y el amor verdadero me parece que no existe, sólo en los sims.
Sigo riéndome de los que piensan en el nombre de sus hijos a las semanas de conocerse, de los que presentan a su familia a un desconocido con el que copula "románticamente", a los meses....
No sé la gente con qué supernena se identifica, pero a la hora de relacionarse ninguno es como cactus, un gran fallo.
El amor en sí, el amor romántico ¿es necesario?, desde el príncipe necrófilo exhibicionista con tendencias micrófilas de Blancanieves, a la bestialista, macrófila e hirsutófila de la Bella y la Bestia, la idiota de Ariel y el amante del olor a atún y mariscada del príncipe... Nos condicionan desde siempre, a que tenemos que tener una pareja, una relación, para ser felices, para tener una familia, para sentirnos realizados, me río otra vez de todos lo que lo imitan.
Creo que la mejor relación de pareja es la poligamia, pero me da, que si es imposible encontrar a alguien con dos dedos de frente y algún mínimo de estabilidad emocional, así como personalidad, belleza, dinero, bla bla bla y todo lo que se busca en una pareja, encontrar a un grupo de individuos con los que experimentar dicha química, es recóndito, inaudito e inverosimil.
Amar es el empiece de amargura como decía Mecano, y sí, tal vez el tono crudo de mi texto sea porque alguna vez amé o algo parecido, idiota de mí.
La vida real niños, es como "los miserables", como "el jorobado de Notre Dame", la belleza interior cuenta si hay belleza exterior, cada día todo el mundo lo demuestra, por patético que sea. Conclusión la guapa se irá con el rubio cachas, no con el homocigoto deformado, aunque incluso los homocigoto deformados pueden acudir a gente igual de acomplejada para formar su propio núcleo de seguridad falsa y anodina.
Me encantan las relaciones ajenas, siempre te encuentras al dominante y al sumiso, a la histriónica y al narcisista, a Oliver y Benji, y Ash Ketchum y a Pikachu.
Cada Oveja Con Su Pareja, Borregos.
Las únicas personas que merecen nuestro amor, son nuestros padres, o en defecto la familia que te lo proporcione, los únicos seres que te dan amor verdadero son tus mascotas, mucho más a veces que cualquier amistad superficial y vanal con una persona. A quien hay que amar es a uno mismo, por encima de todas las cosas, sin caer en narcisismos. Siendo consecuente con uno mismo, tal vez, raramente se pueda tener una relación sana. De parásitos está el mundo lleno.
Yo ya he asumido que moriré solo, rodeado de gatos que estoy seleccionando genéticamente, y es que sí, mejor solo que mal acompañado.
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