no sé por qué no puedo parar de pensar en lo relativo de la belleza, en su subjetividad, en el colapso del atractivo por la irradiación de inteligencia o personalidad.
Siendo sincero tal vez si sepa porque no puedo parar de pensar en ello, y creo que le estoy dando demasiadas vueltas a un tema tan intrascendente como la estética.
No obstante me gustaría recapacitar sobre ello.
por definición para mi es bello lo que no es feo, entendiendo por fealdad todo lo que me resulta disonadamente cacofóno, cacógrafo o cacovisual, tal vez entonces mi mundo de hermosura, sea un espejo distorsionado a esperpénticas realidades, donde lo retorcido se convierte en bello, los cánones en yacimientos y lo poco habitual, especial.
Mis cánones siempre han ido al revés, ectópicamente hablando, desde el punto de vista de lo reconocido como estético por el resto de la Sociedad. y me alegro. me gusta valorar las manías, las imperfecciones, las virtudes y los vicios de las cosas, la individualidad frente a lo global y el estar al margen frente el estar a la moda.
He de decir, que me gusta ser el cabrón de un rebaño de borregos, que prefiero la oscuridad a la luz, y el frío al calor.
la verdad es que creo que todo puede ser hermoso a los ojos adecuados en el instante concreto.
De hecho me cabrea demasiado, que gente que para mí son obras de arte, se infravalore por culpa de un estereotipo vulgar.
la belleza está obsoleta, el mercado de Carne va a cerrar con la crisis, abriendo uno de realidades...
el problema de divagar sobre un problema así, es que te da pena la gente pues antepone muchas veces cualquier estética a su ética, cuando la ética es duradera pero la belleza se pudre.
habiendo derribado las barreras de la belleza, me sigo sintiendo examinado por las barreras de los cánones, los muros típicos de insolación inestética.
entre cuasimodo y la bella y la bestia, me quedo con Shrek. en fin, que fea es la subjetividad =)
domingo, 22 de enero de 2012
capítulo VII - La Envidia
"En cuanto nace la virtud, nace contra ella la envidia, y antes perderá el cuerpo su sombra que la virtud su envidia"
Da Vinci
de entre todas las virtudes, siempre hay una luz que nos enciende, que nos enseña y que nos muestra con perfectos detalles, algo que a todos nos asusta, algo que nosotros siempre tenemos presente, y en cierto punto es compleja la cuestión, pues ya se puede ser la persona más entera sobre la faz de la tierra, que un rayo de sol marcará encantado, guiado por un índice invisible, su mayor complejo. nuestra mayor debilidad.
La envidia, es la manzana podrida que estropea el resto de manzanas, dándolas un sabor venenoso propio de Madrastra experimentada (sí, me encanta Blancanieves). La envidia, es el temor que todos tenemos a ser inferiores, a ser humanos, a enseñar nuestro lado animal, o como quiera llamársele.
Ahora bien, que aburrido sería ser perfecto, pues la envidia, al igual que el resto de capitales tiene su lado positivo, la autocrítica, la lucha, la reflexión, el cálculo, el realismo, la hipérbole y el esperpento.
¿Qué envidiamos pues? lo que deseamos, lo que no tenemos, lo que hace a los demás iguales, pero a nosotros diferentes, envidiamos absolutamente cualquier cosa, ya sea material o espiritual. la Envidia, es egoísmo, es cinismo, es miedo a la propia imperfección, es miedo a la soledad, a la marginación, es miedo con una máscara transparente, que enseña, pese a ocultarnos, lo que deseamos.
así de la envidia nace la gula de la anoréxica, subconscientemente envidia ser un canón, la ira del maltratador, que envidia ejercer su autoridad, sentirse superior... o el maquillaje de la sinceridad, la soberbia.
Envidia, es un concepto muy amplio, un cementerio de buenas intenciones y un crematorio de astucia.
Envidia, es desear pasar tiempo con quien quieres, es tratar de ser el otro con el que está esa persona, es desear dar lo mejor a alguien sin poder dárselo, envidia, es querer ser perfecto para que te deseen, es querer ser violento, para imponerte, envidia es la búsqueda de la felicidad, pero por el camino amargo del yo nunca he.
Envidia, es superviviencia, es alebosía, es contemplación, es querer ser más de lo que eres, o incluso menos de lo que fuiste.
Envidia nace por amor o por lujuria, por soberbia o por humildad, por virtud o por vicio.
Envidia es filia y envidia es fobia.
Envidia, es algo que siempre sentiremos a una escala milimétrica o planetaria, celotípica, o incesante, constante y,o policromática.
Envidia es lo contrario de demasiados conceptos, es querer destacar para un grupo de algunos, es querer ser reconocido por ese alguien que tanto quieres o querer cambiar el motivo del reconocimiento. es querer ser un sujeto a parte, en un plural sociativo. es querer ser un Dios, en la monarquía del plural mayestático.
De la envidia, nace la religión, los dogmas y las mentiras.
la envidia, es la cárcel de nuestra inseguridad y el ataúd de nuestras virtudes.
¿qué es la envidia? que sé yo... pero en el ojalá de ojalás, también hay cierto grado de avaricia de ser o saber más.
la envidia es el nexo capital, es el origen del animal que llevamos dentro o de la correa que lo ata...
Envidia, envidia y más envidia, cuanto más envidies más cosas puedes llegar a ser, pero cada vez serás menos lo que eras.
Envidia nace por querer hacernos a todos iguales, cuando sería ideal apreciar que todos somos diferentes.
Envidia, es la lucha del contenido por salir del continente para ir a uno más llamativo.
Envidia te escupe en la frente.
Envidia te hace llorar.
Envidia te muerde.
Envidia, te quiero.
Envidio, luego existo, si no envidiara sería todo demasiado perfecto... ¿o no?
valora los defectos más que las virtudes, y la envidia se morirá sola.
valora lo diferente, reconoce lo valiente, ama lo distinto.
piensa diferente, haz un sin sentido, pero marca el territorio de lo que te hace especial, y la envidia pasa a otro lugar, a otro destino, estómago, intestinos, rectorragia de amar conceptos idealizados, conceptos materiales, y lluvias de ideales.
cuando con un reset sentimental, y desparasitando al animal, la envidia es sana y crural (algo cojonudo).
Da Vinci
de entre todas las virtudes, siempre hay una luz que nos enciende, que nos enseña y que nos muestra con perfectos detalles, algo que a todos nos asusta, algo que nosotros siempre tenemos presente, y en cierto punto es compleja la cuestión, pues ya se puede ser la persona más entera sobre la faz de la tierra, que un rayo de sol marcará encantado, guiado por un índice invisible, su mayor complejo. nuestra mayor debilidad.
La envidia, es la manzana podrida que estropea el resto de manzanas, dándolas un sabor venenoso propio de Madrastra experimentada (sí, me encanta Blancanieves). La envidia, es el temor que todos tenemos a ser inferiores, a ser humanos, a enseñar nuestro lado animal, o como quiera llamársele.
Ahora bien, que aburrido sería ser perfecto, pues la envidia, al igual que el resto de capitales tiene su lado positivo, la autocrítica, la lucha, la reflexión, el cálculo, el realismo, la hipérbole y el esperpento.
¿Qué envidiamos pues? lo que deseamos, lo que no tenemos, lo que hace a los demás iguales, pero a nosotros diferentes, envidiamos absolutamente cualquier cosa, ya sea material o espiritual. la Envidia, es egoísmo, es cinismo, es miedo a la propia imperfección, es miedo a la soledad, a la marginación, es miedo con una máscara transparente, que enseña, pese a ocultarnos, lo que deseamos.
así de la envidia nace la gula de la anoréxica, subconscientemente envidia ser un canón, la ira del maltratador, que envidia ejercer su autoridad, sentirse superior... o el maquillaje de la sinceridad, la soberbia.
Envidia, es un concepto muy amplio, un cementerio de buenas intenciones y un crematorio de astucia.
Envidia, es desear pasar tiempo con quien quieres, es tratar de ser el otro con el que está esa persona, es desear dar lo mejor a alguien sin poder dárselo, envidia, es querer ser perfecto para que te deseen, es querer ser violento, para imponerte, envidia es la búsqueda de la felicidad, pero por el camino amargo del yo nunca he.
Envidia, es superviviencia, es alebosía, es contemplación, es querer ser más de lo que eres, o incluso menos de lo que fuiste.
Envidia nace por amor o por lujuria, por soberbia o por humildad, por virtud o por vicio.
Envidia es filia y envidia es fobia.
Envidia, es algo que siempre sentiremos a una escala milimétrica o planetaria, celotípica, o incesante, constante y,o policromática.
Envidia es lo contrario de demasiados conceptos, es querer destacar para un grupo de algunos, es querer ser reconocido por ese alguien que tanto quieres o querer cambiar el motivo del reconocimiento. es querer ser un sujeto a parte, en un plural sociativo. es querer ser un Dios, en la monarquía del plural mayestático.
De la envidia, nace la religión, los dogmas y las mentiras.
la envidia, es la cárcel de nuestra inseguridad y el ataúd de nuestras virtudes.
¿qué es la envidia? que sé yo... pero en el ojalá de ojalás, también hay cierto grado de avaricia de ser o saber más.
la envidia es el nexo capital, es el origen del animal que llevamos dentro o de la correa que lo ata...
Envidia, envidia y más envidia, cuanto más envidies más cosas puedes llegar a ser, pero cada vez serás menos lo que eras.
Envidia nace por querer hacernos a todos iguales, cuando sería ideal apreciar que todos somos diferentes.
Envidia, es la lucha del contenido por salir del continente para ir a uno más llamativo.
Envidia te escupe en la frente.
Envidia te hace llorar.
Envidia te muerde.
Envidia, te quiero.
Envidio, luego existo, si no envidiara sería todo demasiado perfecto... ¿o no?
valora los defectos más que las virtudes, y la envidia se morirá sola.
valora lo diferente, reconoce lo valiente, ama lo distinto.
piensa diferente, haz un sin sentido, pero marca el territorio de lo que te hace especial, y la envidia pasa a otro lugar, a otro destino, estómago, intestinos, rectorragia de amar conceptos idealizados, conceptos materiales, y lluvias de ideales.
cuando con un reset sentimental, y desparasitando al animal, la envidia es sana y crural (algo cojonudo).
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